Extrañas supersticiones de fanáticos de fútbol

A lo largo y ancho del mundo las personas suelen creer que algunos ritos o cábalas pueden traerles buena fortuna; cosas tan simples como tocar madera o no cruzarse con un gato negro parecen ser lo suficientemente importantes como para no pasar inadvertidas en sus vidas.

El único beneficio objetivo que se le puede conseguir es el de una sensación de seguridad en la persona que cree en ello. 

El mundo de fútbol por su parte suele estar bastante ligado a este tipo de cosas; esto no es algo malo, pues estamos hablando de entretenimiento en su estado más puro. Los fanáticos, jugadores, apostadores de 22bet Perú y hasta directivos creen que hacer ciertas cosas puede traerles suficiente suerte como para conseguir una victoria o inclusive un campeonato.

Al respecto podemos decir por ejemplo que algunos consideran de mala suerte tocar la copa cuando se exhibe en el terreno de juego antes de una final. Un caso famoso es el Dimitri Payet, quien en la final de la UEFA Europa League de 2018 ante el Atlético de Madrid jugada en la ciudad francesa de Lyon, decidió posar su mano sobre el trofeo justo en el momento en que ambos equipos arribaban el terreno. Su equipo perdió de manera rotunda, y no solo eso; Payet tuvo que verlo resignado desde afuera porque se lesionó en pleno encuentro.

Las más conocidas

No obstante hoy no vamos a hablar acerca de las cábalas de los jugadores o directivos, sino de los ritos de los fanáticos, sí, aquellas personas que realmente le dan vida a los clubes al darle constante ánimo a sus jugadores todos los días de partido.

Una creencia “deliciosa”: En Italia se encuentra una de las supersticiones más extrañas y divertidas de todo el mundo del deporte, y es que aquel país es ampliamente conocido por dos cosas: su tradición gastronómica y su amor por el fútbol. Nápoles es una de las ciudades más importantes de la zona sur del país y allí juega el Napoli, uno de los equipos históricos de Europa; allí algunos hinchas tienen la costumbre, para darle suerte a su club, de ingerir un sándwich de albóndigas previo al encuentro que se disputará.

Alejar al mal augurio: España es uno de los países futboleros por excelencia, en todo el territorio se respira esta disciplina y sus fanáticos son de los más fieles que hay. En el norte hay un equipo histórico, con una tradición un poco diferente. Los seguidores del Deportivo de La Coruña no van al estadio como si nada, antes de entrar al recinto introducen una cabeza de ajo en uno de sus bolsillos para alejar las malas vibras de su amado equipo.

Mucho ruido: Quizá no es un ritual en sí, pero es una costumbre practicada en todo el mundo del futbol: consiste en hacer todo el ruido posible durante prácticamente la totalidad del encuentro. Besiktas o Liverpool son máximos exponentes de esto, además de fenómenos como el de las vuvuzelas de Sudáfrica. Sea lo que sea parece influir bastante en el encuentro.