¿Por qué la gente cree en supersticiones?

El hecho de creer en supersticiones acompaña a la humanidad desde siglos atrás, la primera explicación es que las supersticiones en primer lugar conforman una manera de entender aquellos sucesos que no podemos explicar de manera racional. Es así como nacen mitos y leyendas.

Esto también se debe a una manera de negar la realidad y riesgos reales, para sustituirlos por creencias que son más fáciles de evitar en el imaginario colectivo. Si las bestias salvajes asesinan y se comen a los que pasean por algún bosque, es más fácil para la gente creer que es un espanto que persigue a quienes son infieles. 

Miedo a entendernos como responsables de nuestro destino

Esta es otra de las razones que impulsan las supersticiones, sobre todo en el aspecto del horóscopo, donde las personas explican con la alineación de planetas y astros en general en el momento de su nacimiento y en determinados momentos del año, sus triunfos y fracasos. 

De alguna manera, esto implica entonces un mecanismo para evitar la realidad y las consecuencias de nuestros actos, delegando todo en estrellas, astros, paso de cometas y caminando un poco más en esas arenas, el destino termina definiéndose en el imaginario con lo que los caracoles, las cartas, los dados indiquen, como una especie de mensaje del universo que decide y define nuestras vidas.

Controlar nuestra suerte

Este es otro extremo de la visión supersticiosa, en la mayoría de las culturas existen supersticiones o hechos que activan una especie de ola de mala suerte: tropezarse con un gato negro, derramar la sal, romper un espejo… y la contraparte de estos hechos son acciones que funcionan como rituales para eliminar esa ola de mala suerte y atraer los beneficios del universo a las personas.

Así mismo, existen creencias que se supone inclinan la suerte de la persona en determinados momentos de la vida, millones de personas pagan a psíquicos para que les realizan algunos rituales antes de iniciar un proyecto, cuando conocen a alguien que les interesa sentimentalmente o antes de presentar pruebas académicas o en el trabajo, pruebas que les darán acceso a un ascenso, aumento o a obtener un título.

Las tradiciones se preservan por el arraigo social

En el seno de muchas familias, de abuelos a padres y de padres a hijos se transmiten creencias de distintos tipos, esto ocurre con mayor frecuencia en el campo. 

Esta transmisión, muchas veces oral, hace más sólida la continuidad de las supersticiones, ya que al sembrar estas creencias en los niños desde pequeños tiene el mismo efecto que las religiones, celebrándose en su interior y manteniéndose como creencias inamovibles por el resto de sus vidas. El principio de los dogmas a veces nace de estas tradiciones supersticiosas.